Risotto de gambas y setas frescas del bosque

Hacía mucho tiempo que no publicaba una recetina de cocina y eso no podía ser. Hoy os traigo un plato que hice la semana pasada aprovechando unas setas de S. Jorge que recogí en el bosque y que quedó riquísimo: risotto de gambas y setas frescas del bosque. Las fotos no han quedado del todo bien, las hice deprisa y corriendo y, claro, el resultado no ha sido el que esperaba, pero el arroz os puedo asegurar que estaba buenísimo, aunque debo reconocer que para ser un risotto me quedó un pelín seco y falto de molosidad.

Venga sin más dilación vamos con la receta.

INGREDIENTES (para dos personas)

• Arroz arbóreo (también sirve el arroz bomba)
• 150 g. de setas (utilicé de San Jorge, pero puede servir cualquier seta que al cocinar no rompa)
• 150 g. de gambas
• 1 litro de caldo de pescado
• 1 vasín de vino blanco seco
• 1 cebolleta
• 25 g. de mantequilla
• 1 chorrito de aceite de oliva
• Sal
• Perejil para adornar

PREPARACIÓN

Limpiamos las setas y las cortamos en trozos grandes. Pelamos las gambas y reservamos los cuerpos, las cáscaras y la cabezas las coceremos en el caldo de pescado, luego lo trituraremos con la batidora y lo colaremos. Así, obtendremos un caldo con más sabor a mar, el cual nos servirá como base para nuestro risotto.

En una cazuela echamos el chorrito de aceite junto con la mantequilla, agregamos la cebolleta finamente picada. Antes de que esté dorada añadimos las setas, y la mitad de las gambas cortadas en trocines; lo rehogamos todo junto unos minutos. A continuación añadimos el arroz, le damos unas vueltas y seguidamente incorporamos el vasín de vino blanco seco hasta que se evapore. A partir de este momento vamos añadiendo el caldo de pescado poco a poco y removiendo constantemente el arroz durante unos 15 minutos, lo vamos probando hasta que esté a nuestro gusto. Si no tuviesemos suficiente caldo de pescado podemos añadir agua caliente.

Freímos a la plancha el resto de gambas que nos han quedado y las utilizaremos para adornar junto con el perejil picado o en rama.
Y , ¡ya está!. Aunque darle el punto de melosidad al risotto es un pelín difícil, al menos para mí, de sabor seguro que os queda riquísimo.

Y esto es todo amig@s, espero que hayáis disfrutado con la recetina de hoy y que probéis a hacerla en casa.

Un besín.